Es un diseño metodológico que se presenta como mentor para la solución de problemas, principalmente aquellos que nacen en la administracion de un sistema, al existir una discrepancia entre lo que se tiene y lo que se desea, su problemática, sus componentes y su solución. Son las actividades que determinan un objetivo general y la justificación de cada uno de los subsistemas, las medidas de actuación y estándares en términos del objetivo general, el conjunto completo de subsistemas y sus planes para un problema especifico.
El Enfoque Analìtico
Esta
forma de enfocar el estudio de los sistemas es la que ha prevalecido
desde la Grecia clásica hasta nuestros días y es lo que llamamos el
“enfoque analítico”, que parte del principio de estudiar aisladamente y
con gran detalle las diferentes partes de un sistema (es decir una
porción muy reducida de la realidad, lo que, como hemos dicho, implica
perder la visión del conjunto). Una excepción a esta forma de razonar
fue el planteo de Aristóteles que decía que “el todo es más que la suma
de las partes”, proposición que fue ignorada por la visión mecanicista
vigente hasta este siglo.
Este enfoque analítico, reduccionista y determinista, y su correspondiente metodología, ha marcado y podemos decir posibilitado el gran desarrollo de las ciencias (física, química, biología, etc.), y sigue teniendo gran interés científico, habiéndose también hecho extensivo a otros campos, como por ejemplo el de la organización científica del trabajo (taylorismo).
Este enfoque, en principio válido cuando las variables en juego no son muchas, o sus relaciones son sencillas, es insuficiente cuando se trata de enfocar problemas complejos.
Por lo que un enfoque de la realidad tecnológica, basado exclusivamente en la descomposición y el estudio de sus partes, corre el riesgo de ser simplista y de dejar de lado aspectos que pueden resultar fundamentales a la hora de definirla, caracterizarla y entenderla en todas sus dimensiones.
Este enfoque analítico, reduccionista y determinista, y su correspondiente metodología, ha marcado y podemos decir posibilitado el gran desarrollo de las ciencias (física, química, biología, etc.), y sigue teniendo gran interés científico, habiéndose también hecho extensivo a otros campos, como por ejemplo el de la organización científica del trabajo (taylorismo).
Este enfoque, en principio válido cuando las variables en juego no son muchas, o sus relaciones son sencillas, es insuficiente cuando se trata de enfocar problemas complejos.
Por lo que un enfoque de la realidad tecnológica, basado exclusivamente en la descomposición y el estudio de sus partes, corre el riesgo de ser simplista y de dejar de lado aspectos que pueden resultar fundamentales a la hora de definirla, caracterizarla y entenderla en todas sus dimensiones.
El enfoque Sistèmatico
El enfoque sistémico sirve como guía para interrogarse sobre el comportamiento un sistema.
A diferencia del enfoque analítico, el enfoque sistémico engloba la totalidad de los elementos del sistema estudiado, así como sus interacciones y sus interdependencias.
Buscando comprender y describir la complejidad organizada, ha surgido en el curso de los últimos años un enfoque unificador, que si bien no es una idea nueva, lo que es nuevo es la integración de disciplinas realizadas en su torno. Este enfoque transdiciplinario se llama “enfoque sistémico”.
El Enfoque mecanicista
James Mill cConsideraba que el conocimiento humano tenía su origen y su límite en la experiencia observable. Todo conocimiento parte de las impresiones sensibles de los sujetos y los conceptos más abstractos se forman a partir de las “asociaciones” de impresiones realizadas por la mente, este es el llamado asociacionismo psíquico. Según Mill, la inducción es el principio lógico que permite derivar conocimientos universales a partir de la observación de fenómenos particulares.
mantiene que cada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a otros. Si la realización de la acción solo abarca la propia persona, esto es, si solo afecta directamente al individuo ejecutor; la sociedad no tiene derecho alguno a intervenir, incluso si cree que el ejecutor se está perjudicando a sí mismo.